Hubo, como siempre ha habido, muchos intentos previos; unos jóvenes y otros vacíos. Ella sin duda no sabia diferenciar entre unos y otros porque uno sabe hasta que lo encuentra y tiene entonces como comparar aun aquello que no ha de tener nunca comparación alguna.
Porque puede uno encontrar por primera vez en el mar un trocito de madreperla y creer que tiene un pedazo de cielo entre leas manos hasta que se encuentra un diamante y ve que hay estrellas también en la tierra.
Porque puede uno sentir la brisa de la tarde pero comprender la frescura hasta que la brisa del mar alborota tu pelo.
Porque puede uno conocer la fatiga y descansar tranquilo cuando la noche se acerca, pero jamás como se duerme en una tarde de sábado entre los brazos y el respirar profundo de aquel que te bien ama.
Porque puede uno caminar por el sendero hasta que se aprende a ir danzando con la música, - porque se puede existir aunque no se viva, pero no se puede existir toda vez que se ha vivido….-
Asi que llego el día en que habría de saberlo. Quizás le habría llevado media vida, pero el resto que le quedaría, lo llevaría plasmado en sus labios como si fuese una constante y no la variable que paso a ser
Sin esperarlo permitió el instante…y desde ese entonces fue como si todo lo doblado se desdoblase en mil abanicos; todo lo contenido, se desbordase en un sin fin de cascadas; todo lo sonado, se abriese como flor que se abre al verano; todo lo que le hubiese endurecido, se deslizase ajeno como gotas de lluvia que resbalan en las hojas después de la tormenta; como si todo lo que le hubiese oscurecido, se disolviese por luz que se cuela en la rendija de una puerta.
Le tomo por sorpresa pero muy suavemente, y ella, resignada, se rindió entre sus brazos
Y una noche de final de primavera, iniciando el principio del otoño de su vida, sin que esa noche se diese mas nada que ese encuentro, abriendo sus labios, respondió a su beso
B Illescas
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