Tuesday, February 12, 2008

Y qué?

Hoy quisiera reunir lo mejor de las mejores...
Hoy quisiera ser una especie de Sherezada para tenerlos cautivos y pendientes de mis cuentos; o una nueva Mata Hari para decidir con mi cuerpo y encanto el destino de mi patria y el destino de mi amado. O alguien semejante a Dalila para vencer esa fuerza, o quizás, una angelical Beatrice que relegara al infierno a quien así lo merece, o quizás por un instante otra especie de Maria, para dar a los que aun creyesen la bondad que debe conservarse. Tener la maldad de Lucrecia y la exquisitez de Penélope para crear en un ente lo que fuese indestructible. O una mescla de Isabel con un poco de Julieta, reina y digna enamorada del amor, mas no del hombre. O una doble de Madonna, atrevida y descarada para reírme de preceptos y hacer lo que se me antojara. O también Juana la Loca, apasionada y enferma, para olvidar la desgracia que este mundo tan bien disfraza. O talvez la Desiré amante o Catalina la Grande para tener ese temple y saber bastarme sola. Y con el coraje de ellas gritar al mundo en su cara, que todo es una pantalla y que ya no me vendo fácil; que no hay caricia ni abrazo que tenga el precio correcto; que quiero ser dueña y señora de todo aquello que escoja. Y poder ser franca y cruda sin ser comparada a un ácido o aun mejor todavía, que lo que los demás pensaran ni siquiera me inmutase!
Tener la fuerza de todas, para no necesitar a nadie, la sensualidad poderosa que enloquece y que somete para burlarme del hombre y de todas sus artimañas; y, siendo humilde y sencilla, sin grandes nombres ni hazañas, vencer a esa raza extraña que nos domina y doblega. Poder ensenarle a mis niñas y a todas las que se regalan, que somos fuente y esencia de algo mas que un juguete; que para alcanzar lo buscado el camino mas empinado es muchas veces aquello que nos "acompaña" en la cuesta. Poder enseñarme a mi misma que no necesito besos que acaban de besar mas labios, que no necesito lecciones de seres que no dividen, que no necesito palabras que están hechas de azucar, que no necesito escudos de aquellos que no tienen brazos y que esta en lo que llevamos lo posibilidad de ser tantos sueños! Quisiera esa astucia y fuerza, esa entereza y franqueza para poder detenerme y decirles suavecito: sabes qué? Vete al carajo! Hoy y de una vez por todas! y sin perturbarme o gastarme seguir caminando danzando por el sendero escogido

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