Mi Casa

Para Beatriz, Ma Andree e Isabelita,
mis pilares

Construida solamente sobre cuatro pilares
todos ellos de material difícil de amalgar
descansa en la vereda del tiempo, mi casa, la mía, la verdadera
rodeándose de hiedra de esperanza, de rayos de lluvia y de truenos de sol.
De mis cuatro cimientes de pilares de ensueño,
uno esta tejido de nobleza callada y adornado despacio de elegancia sin fin;
el segundo forjado de fuerza solidaria y tenacidad inquebrantable
el otro, hilvanado entre algodón y quebrantos
repleto de sabiduría y valentía inusual.
Y el ultimo, el primero, como mástil que enfrenta la tormenta que anuncia,
añejado en el tiempo con ternura y amor
delineando con dudas el plano a construir
se levanta sincero, ajeno al desencanto
Esperando sostener, nutrir y levantar

Corre en sus paredes una fuente cantarina
de corrientes de lágrimas y risas sonadoras
que misteriosamente se renuevan calladas
al esbozarse los primeros brotes de la primavera que vuelve
Y cada ladrillo del piso que la adorna
ha sido soldado con esperanza y sueños
Y el techo aun sin haberse completado,
tiene como bóveda un infinito repleto de cometas,
y en sus dinteles y marcos han quedado las huellas
de hojas otonales de dolor y recuerdos
Pero en los inviernos no ha de fallar el calor de la lumbre
en cuyo humo ajenos y lejanos se difuman
los errores vividos y las traiciones sufridas.
Mientras, la única puerta aguarda que se fragüe cerradura
para la última llave que no ha sido forjada.

Sera aquello que hablamos lo único que tengo?
Por lo que lloro en mis sueños y me pierdo en angustias?
Lo que tengo al final es lo que todos buscamos
con paredes de brisa y pilares de acero
con senderos áridos y jardines mullidos
rodeada de estaciones que prometen y esperan
y de lechos tranparentes iluminados de estrellas;
Mi casa se sostiene por mis escalones y puentes
Que se extienden, se tienden, se elevan, sostienen,
Y que esperan confiados a que entregue la obra.