Y me fuiste ganando.

Me envolviste en tus brazos, me fuiste ensenando que podia ser posible, con persistente insistencia me llevaste por tus caminos y abriendo tus brazos de par en par, esperaste por mi hasta que dijera si.

Y tu mirada dulce me envolvio como una nube suave que te acuna y tus brazos fuertes me sostuvieron mientras tu tiempo finalmente me encontraba

Y tus labios cubrieron los mios para suavizarlos y hacerlos jovenes de nuevo y tu mano se extendio para tomar la mia y guiarme hacia donde nadie antes me habia llevado.

La alegria ahuyenta la nostalgia de antaño, he vuelto a reir! La tristeza cotideana se ha quedado en el desvan esperando por aquel que nunca quiso llegar y tu, allanas mi camino, lo vuelves cierto, lo tornas limpio y abres ante mi, un campo de rocio freso sembrado de esperanza