Implacable Compañera

IMPLACABLE COMPAÑERA

Hablamos mil veces de lo que debemos hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo. Y sabemos que hay que hacerlo. Sabemos que lo merecemos, sabemos que está en nuestras manos y mientras nos llenamos de estos pensamientos claros, dentro sigue anclando nuestra mas fiel enemiga.
Aprendemos con golpes, nos volvemos mas duras, nos creemos más fuertes, agachamos cabezas y aceptamos fracasos y entre tanto y en silencio continúa creciendo la sagaz estratega.
Nos destruyen castillos, nos botan nuestros fuertes, ensombrecen nuestros cielos y cada nuevo arco iris nos los manchan de negro o nos niegan con silencios. Y allí, rodeada de esa nada, tenaz, perseverante, dentro del caos y sobre la noche, se mantiene erguida la más traicionera de nuestras compañeras.
Nos llenan nuestros desiertos de más arena y sequía, convierten nuestra sed en tormentos y agonías... a nuestras noches mas solas las dejan sin luz o sin luna y en medio de la vida, imposible e infalible, la impaciente pasajera, portadora de anhelos y recónditos ensueños, se va tornando más grande, se va volviendo mas fuerte.
Nos lleva a mentirnos, nos conduce burlona a esperar de la nada... tienta nuestra fuerzas para luego mostrarnos que sigue siendo invencible, que aun en la nada puede erguirse completa! Y, como si fuera su deber quebrarnos nos rompe de nuevo con otros desengaños y nos conduce al desencanto con espejismos ingratos.
Lo que el simple instinto nos muestra día a día, ella se encarga de borrarlo completo y nos pone ideas locas en los pobres corazones que ávidos de algún norte parecen nunca cansarse.
Implacable compañera, no quiero verte de cerca, no quiero sentir tu aliento, no quiero ver con tus luces...quiero que me dejes sola, quiero llorar demasiado, quiero que no me sostengas porque me siento cansada de tanto golpe sufrido y necesito caer...quiero Esperanza enemiga, que te vayas, que te alejes, que me dejes con la vida así como se que es ella, quiero en fin que me abandones para saborear la derrota, para mirarla de frente, para acariciarla despacio, para entregarle mis sueños
para abrazar mi pérdida y poder asi enterrarte para siempre junto a ella.