A mi madre quien merece "un techo de diamantes"
La casa como ella, se habia ido quedando vacia de companias, de risas, de presencias. La primera partida fue la del esposo y ya desde entonces empezo a declinar. Mas de treinta anos pasaria alli sin el, sonando su abrazo y acariciando su voz en la distancia... Churra?
Luego habrian de venir otros adioses igual de dolorosos igual de terminantes: " Lunico terminante mijita mia, es la muerte"
Primero fueron las paredes las que perdieron su blancura y las que fueron cubriendose de musgo, asi como a su semblante le cubrio una palidez que nunca habia tenido. Luego el agua no corrio mas con fuerza por entre el alcatarillado, asi como en su risa la carcajada no volvio a deslizarse facil y traviesa. Y cada puerta de tanto no abrirse, por extrano sortilegio se volvio mas pesada asi como ella no volvio a cantar esas canciones con las que acunaba a los ninos que junto a ella alli crecieron
Y los cristales en las ventanas perdieron la transparencia con la que sus ojos devolvieron un dia la mirada de aquel que la amo tanto
Y el pasillo se volvio silencioso pues no hubo mas pasos que lo recorrieran, asi como sus
zapatos que no conocieron mas bailes
Y los techos se llenaron de grietas y ranuras asi como su memoria se emsobrecio con recovecos y vacios que no obedecian ni respondian preguntas
Ya no hubo sobremesas ni trajines mananeros; ya no sono mas el telefono ni se escucho la musica, ya no hubo ruido de bebidas ni cacerolas ni fiestas, ni tampoco amaneceres de vida.
Las cortinas perdieron los tonos dorados, las alfombras agarraron olor a abandono..mientras ella caminaba despacio esperando la llamada
Ya los cuadros ni las fotos tuvieron mas sentido y cada silla se volvio un adorno, las
ventanas ya no se abrieron y nunca volvio el aire nuevo
Hasta el jardin crecio salvaje a su antojo cubriendo la alameda con raices torcidas asi como
sus venas aparecieron azules sobre su piel arrugada
Pero lo que no se miro nunca a simple vista fue como el deterioro de los escombros del olvido tejio al mismo tiempo en los cimientos de la casa, un riachuelo de certeza. Tanta lagrima derramada, tanta palabra musitada a medias, tanta plegaria por los que habia amado, cimento las piedras del camino hacia donde un dia la esperaria su mansion de ensueno. Donde siempre tocarian el timbre, donde las puertas se mantendrian abiertas, donde los pasillos habrian sido ya mullidos por otros pasos amorosos que la antecedieron y donde la guardaria el mejor de los techos y la esperaria el mejor de los abrazos...
No comments:
Post a Comment