A Haroldo Rodas, a quien verdaderamente le importaSe sentia siempre un poco solitario, un poco triste, un poco vacío; aun en medio de los miles de sonidos y las miles de voces, quedaban rinconcitos para esa nostalgia que no abandona cuando estás lejos...
Empezó llamando una tarde cuando al fin le paso la llamada..."Seño, seño me llamo Mario Rodriguez Vicente, me detuvieron , estoy en Harlingen desde hace seis meses y mi mama se esta muriendo! por favor pongame en el próximo vuelo...."
Le explique que no dependía de nosotros, que era todo un proceso que era dispuesto y seguido por ICE y que no podia hacer mucho. "Entiendo" me dijo-aunque no entendía nada! "pero no se olvide de mi"
Al dia siguiente llamo de nuevo,y al otro de nuevo y al otro de nuevo; inteligente, logro encontrar el momento en que las lineas se descongestionaban un poco y perseverante como el solo, lograba hacer su llamada y en mi encontraba quien lo escuchara. Eso bastaba
Y cada dia era una nueva historia, sus hijos estaban enfermos hoy; su esposa estaba agonizando manana; el tenía no se que horribles enfermedades que acababan de descubrirle en el centro de detencion: "Palabrita seño me
vuah morir si no me saca de aqui pronto!" Mentía con tal desempacho sabiendo que era una especie de juego que yo entendia pero que a lo mejor le ganaba un cielo de techo de nuevo y ...siempre terminaba pidiendome, "Seno, pongame en el proximo vuelo..."
Sin embargo aunque no hacia lo que el pedia-cómo??-jamás hubo un reproche sino siempre una gran alegria y una nueva historia
Llamo tanto que en el consulado, mi querida Andrea que respondía el telefono me decía, "Hay te llama otra vez tu novio..."
Un día hablando con un oficial, escuché que uno de los vuelos iría con una persona menos ya que esta, se había enfermado.
Entonces al minuto exclame: "Por favor, por favor Oficial Wilkes dele el espacio a Mario Rodriguez, el está para entrevista la próxima semana pero al menos se gana una semana!!!!!
Me dijo: " No se, no se si se pueda, ni si lo autoricen, no se , no se, no se..." Nunca un compromiso, y sin embargo -entre lineas- a veces- una cierta comprensión y empatia
El siguiente día transcurrió extrañamente diferente, no conseguía identificar el por qué de esa sensación, las cosas se desenvolvían con la cotidianidad del trabajo diario y metódico y sin embargo algo no sonaba bien
De repente me entra una llamada y es el Oficial Stevenson,
- "Oficial que paso con Mario? estará bien?, no ha llamado en todo el dia y eso me extraña mucho"-
- Pero no le dijo Ud a Wilkes que si había un espacio lo pusieran en el próximo vuelo? ! Pues hoy lo pusimos en el Jay Pat y ya va para Guatemala
Una extraña sensación que nunca había sentido me invadió; un sabor agridulce de alegria por el y un sabor a nostalgia por mi joven amigo necesitado de mi , del consuelo de una voz amiga, de mis palabras pequenas, de mi paciencia y de mi ser de su misma tierra. Qué sola me senti en ese momento, ya no habrían mas llamadas contando mil historias; habrían si, nuevas llamadas, nuevas historias, nuevos pesares..pero el , no volvería a llamar.
Lo imagine con una sonrisa grande que nunca conocí, volando por primera vez en su vida, sentado entre todo los que regresaban a su tierra viendo quizas por la ventana nuestra tierra precioso llena de parcelitas trabajadas, sus montañas y rios apasionados y sintiendose a cada instante un poco mas cerca de su gente y de su hogar
Los ojos se me llenaron de lagrimas de alegria y de profunda tristeza a la vez- a que horas explicaria yo mi reacción..a quien??
Y me senti triunfante porque el regresaba a casa
Que encontraria?, que lo esperaria?, que seria de el? Nunca lo sabría
Coloque de vuelta el auricular del telefono y segui con los quehaceres del dia, pensando que "algun dia" alli en un pueblito del Peten, probaría el mejor caldo de gallina que pudiese existir, apadrinaría a un nuevo nino agregado al hogar, me sentaria a contar historias y quizas cuando entregase la faena, alguien mas me sentiria y me recordaria por lo bueno intentado.
Y una tarde, muchas tardes despues recibi una llamada y el deje de una voz vagamente conocida se escucho a mil kilometros de distancia
"Llegue Seño Beatriz!, Llegue y estoy bien...!!" Solo esa frase( y basta) es lo que recuerdo de esa tarde dorada
Beatriz Illescas Putzeys