MARZO

Los matilisguates repletos de florecillas blancas, rosadas, fucsias parecen doblarse con su peso y sus ramas juguetonas se mecen con el viento como cabellos alborotados por la brisa cotidiana.
Las jacarandas majestuosas y a la vez sencillas observan al que pasa mientras visten a mi patria con multicolor alegría.
La lluvia empieza a asomarse tímida por entre las nubes pálidas tornándolas grises, y los pajaritos alborotados se vuelcan a predecirla con sus trinos alegres de bienvenida a la vida.
Las calles se muestran sembradas de alfombras suavecitas, y cuando finalmente llueve, la lluvia se desliza por las calles como cantando su canción de frescura y limpieza.
El cielo, tan celeste enmarca todo con su sol insolente y repleto de energía y en el fondo como pintados, como esbozados apenas entre la bruma calurosa, ellos, los volcanes, sabios, eternos, contemplan en silenciosa comprensión la vida que pasa.
Las montanas y laderas, disfrazadas de verde me susurran que ya es tarde que debo regresar pronto La brisa se te deja venir alborotada toda, levanta faldas, se roba sombreros, despeina cabecitas y uno ríe de nuevo.
La gente camina un poco mas rápidamente, comos si de veras alguien al final los estuviera esperando. Las iglesias empiezan a matizarse de morados con dorados y el aire se tiñe con olor a incienso y el sopor muy pesado te adormece en la tardes
Ha vuelto la primavera!!! Y en mi lugar querido cada pedacito se salpica con su aliento, se llena de su luz, desparece lo inmutable y la esperanza suave emite su llamado.
Yo, desde lejos la siento, me vuelco hacia ella, extiendo mis brazos y la abrazo. Respiro profundo, como encantada de estar aun tan cerca de ella. Sueño que estoy de vuelta y camino y mi paso es suavizado por alfombras de flores, mi tristeza se mitiga con el canto de los pájaros, mis vacíos se llenan con las risas de los niños, mis lágrimas se lavan con su lluvia transparente que no ha de ocultar nada
Ha vuelto la primavera, me ha tomado de la mano y me ha enamorado.
Es tiempo de volver