Amigo,
mañana he de partir y aun no se cómo decir adiós
pienso en todas las tarde que habríamos de gastar en platicas y sonrisas
en planes y estrategias, en sueños y desafíos;
pienso en aquellas mañanas llenas de sol y de misterio
cuando descubriríamos el alma tan deseosa de ser finalmente descubierta.
Pienso en nuestras verdades expuestas,
en secretos compartidos
en ideales posibles, en los cambios trazados;
me vienen la alma las risas y sonrisas
aquellos desencantos sin mucho empeño puesto
esos fallos pequeños que no generarían jamás reproche alguno
las grandes traiciones que siempre se comprenderían
...los triunfos sin mayores glorias
y el entendimiento completo.
Te pienso sereno, fuerte,
suave compañía sabia
lleno de respeto callado
todo mezclado de una cierta y pequeñísima ternura
con tanto candor en la mirada
listo para mitigar cualquier herida
ávido de escuchar , sanar y suavizar,
queriendo siempre dar
aquello que se tiene y hasta más!
Adiós, adiós amigo mío
habría de querer quedarme pero no se puede
no hay senda clara, ni cielos despejados
y tus manos intangibles no pueden sostenerme.
Amigo, mañana he de partir y temo ya la despedida
he de partir si, y con tristeza inmensa digo ese adiós que es verdadero
con tristeza infinita desde ya te libero
sabiendo que contigo se queda tanto mío
y te lanzo despacio mi último secreto
sabiendo plenamente
y en secreto
que no hay a quien decir adiós
que no hay ni hubo nada compartido
que eres intangible no porque no existas
sino porque nunca te cruzaste siquiera en mi camino
porque fuiste un fantasma que creo mi mente
porque fuiste todo aquello que alimento mi tristeza
y porque al no ser nunca diste
todo eso que sabe dar un buen amigo
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