de las profundidades no ha de salir el llamado...
así que aquí, entre palabras e historias
dejo que escape el dolor
y que todo lo que pudo haber sido sea una vez más acariciado ...
Pues esto de cristales y destellos, pues no es más que un no cuento de hadas,
un cuento de esos que a veces llevamos apretados en el alma,
un algo de eso que nos salva, que nos retorna medio arrastrados a lo que en realidad somos....
Han de estar y estarán siempre que hubo un tiempo en que se dio una ventanita hermosa, era una ventana tan clara, tan clara pero tan clara que la luz tempranera la buscaba cada mañana para atravesar sus cristales y verse reflejada en un solo arco iris de luminosos colores, parecía entonces que el color recién se hubiese descubierto y que tanto luz como ventana fuesen cómplices en iluminar el mundo entero; la una por llevar en si la claridad, la otra por permitirse reflejarla...además la luz se sentía tan hermosa y fuerte –(podía, incluso se atrevía a olvidar el principio básico- que dicen por allí- toda luz debe aprender desde pequeña: No hay luz que todo lo pueda si no encuentra dónde depositar su transparencia-) se sentía tan completa con esa ventanita, que aun en los días lluviosos y más grises se las arreglaba para encontrar la forma de regalarse en la ventana. Pero la ventanita por muy hermosa que fuera había sido construida-no se si las ventanas se construyen, me parece que si, alguien tiene que darles forma!- con algunos desatinos; por ejemplo tenía demasiado marcos, y esos marcos era de una madera tan dura tan dura tan dura que cuando el sol intentaba dilatarla era totalmente imposible; imagínense, ¡el sol mismo!!!!; también tenia algunos vidrios muy gruesos, tenía partes donde, según cuentan, se había terminado el cristal transparente y sus partes allí eran opacas, como si no tuviesen vida. No obstante estos pequeños desatinos, esta ventanita tenia un no se que de aire encantador que la hacia irresistible para cuantos la miraban. Esa su forma innata de reflejar los destellos de luz era para cuantos pasaban cerca quizás lo que mas apreciaban de ella, muchos habían llegado incluso a sentir que aunque los días fuesen oscuros valía la pena esperar el día siguiente ya que los destellitos que aun guardaba sobre sus cristales prometían nuevos amaneceres....-“aaaah!”- se decían a si mismos, -“si esta ventanita puede enseñarme que aun hay luz, porque no confiar en que habrán otros mañanas?” Y es que cuando la ventanita disponía compartir sus destellos, no había quien se alejara de ella sin una sonrisa pintada en el alma.
Hemos de agregar también aquí que la luz por muy que proviniera del sol tampoco era tan fuerte como se creía y los días de lluvia la lastimaban mucho...pero en ese entonces se sentía invencible, con el ímpetu que dan los corazones jóvenes y también con la fuerza que proveen los mismos días grises...
Y así se fueron dando las estaciones...por supuesto, nadie puede decir que el tiempo y las inclemencias que ha de haber soportado al haber estado expuesta no hayan dañado eventualmente a nuestra ventana...para nada! Pero la esencia de transparencia pura continuaba incólume dentro de sus cristales. Ahora un detalle importante, aquella , la única, luz compañera de la ventanita no la había acompañado siempre, lo raro de esta historia – tampoco es que importe mucho porque las explicaciones aunque todos las pidan nadie en realidad las escucha-es que la descubrió un día casi de casualidad, sin estar buscando ventanas...la verdad es que la luz andaba haciendo de las suyas, ajena a todos, dedicada a eso..a iluminar suavemente, a jugar al escondite -a veces era algo desalmada-, a pasearse displicente por todos los ocasos, a reflejarse vanidosa sobre lagos oscuros... pues cuál no sería su sorpresa cuando allí sin buscarla estaba su esencia convertida en el espectro más completo que nunca imaginó existiera. Y allí quedo prendada para siempre la lucecita de todas las mañanas, para ella no hubo mas que su amiga de cristales, ni sintió tampoco más el deseo de recorrer parajes aunque fuesen prometedores, y aunque fuesen su destino.
Aquí no podemos hablar- ni debemos!!!!!, dejemos eso mejor para la vida diaria, la que cierra la puerta a fantasías y sueños- - no queremos hablar de responsabilidades y misiones y deberes y todas esas pestes serias que a veces no hacen ser mas ordenados y tal vez mejores pero que también muchas veces también abruman y dan pesadillas. Simplemente sucedió...
aun en estos tiempos no sabemos si la luz fue hecha para las ventanas
o las ventanas para la luz
o si no tienen una nada que ver con la otra
o si precisamente: qué horrible sería que se diese una sin la otra
o que se yo!!!
La verdad a estas alturas...
aun estamos parados sin saber nada de nada!
La cuestión y meollo de este asunto en particular fue la existencia de la ventanita, la presencia de la lucecilla y el abanico de colores que amanecía con ellas. Todo ello en el momento que se dio. -Si, porque eso también es importante-sino, otro sería el cuento que contásemos...
Ahora como en todo, los peros van pesando, y los peros de la ventana empezaron a reclamar su presencia... digo, la presencia de la ventanita en si...Cómo osaba olvidarse de la calidad de madera que había sostenido sus cristales tan fielmente??? Como osaba tamaña desconsideración que por sentirse “iluminada” podía permitirse olvidar que había cristalillos que no eran más que opacos??? Qué injusticia!!!! Cómo era tan poco realista de no admitir sus vidrios gruesos que jamás permitirían que los atravesase ni esa ni ninguna otra luz??? Aaaah los alaridos amarrados que pegaban!!! Hasta aun hoy los recuerdo... cómo entonces podía ignorarlos la ventanita??? Daban escalofríos y ganas de salir corriendo...pero nadie lo hacia.. es que la ventanita con eso nos mostraba que aun con todo y todo lo hermoso es lo que vale, lo que ha de prevalecer, lo que pesa, lo que importa aun cuando en nosotros se den oscuridades y existan los abismos ..
Me gustaría detenerme a susurrar sus coqueteos y risas;
contarles en detalle lo que vieron mis ojos,
dibujar los matices que a cada color le inventaron,
transmitir el calor que despertaron sus lazos,
trazarles en secreto los secretos descubiertos,
pero no hay poesía que traduzca lo que hubo entre ellas....
más hay cosas que trascienden el universo mismo
y nada mas que por eso se debe dejarlas entre solo ellas dos...
Qué paso entonces al final de la historia..pues no se, la verdad no lo se, dicen que la madera metió tanta bulla, apretó tanto y tan fuerte que uno a uno se fueron rajando los cristales traslúcidos, también otros dicen que no fue la madera sino el silencio de los vidrios opacos, aquel que plasma ingrato culpas inventadas ...otros incluso llegaron a opinar que en si la ventana aquella había perdido las fuerzas...incluso su transparencia, cómo entonces ser diáfana si le robaban su paz?????
la verdad nunca quise escuchar las razones ni siquiera saber si hay finales de historias...
ésto empezó- nuestro cuento- porque los cuentos pasan- y queda escrito aquí porque importaba contarlo;
continua porque la luz existe, y porque aunque ya no esté más a mi alcance,
hay aun cristalitos inmensos que reflejan lo que una vez hubo,
porque es tan necio que habiendo color pretendamos seguir entre blancos y negros!!!!
y, creo que no termina porque necesitamos oírla,
Porque adentro de ti y de mi hay un quien que reclama lo mejor de nosotros,
Porque en este mundo nuestro tan difícil a veces de vivir cada día, dónde el dolor consume, dónde perderse es fácil si no hay quién nos guíe,
la esencia preciosa que sacude la inmovilidad que “dicen” nuestro universo posee
(-aunque las ventanas, los cristales y las luces sean vulnerables y agoten su fuerza o pierdan su brillo -)_
es lo verdadero, todo lo que encierra nuestra historia, lo que vence y sostiene no solo en los cuentos vividos sino también en nuestras realidades más tristes y también en las más, más oscuras.
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